Resumen
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Los
primeros representantes del género Homo se caracterizan por tener un tamaño de
cerebro mayor, y por lo tanto mayores capacidades cognitivas y una mayor
inteligencia.
Los
fósiles más antiguos del género Homo se pueden asignar a dos especies: Homo rudolfensis y Homo
habilis. La primera de ellas (entre 1,9 y 1,6 millones de años de
antigüedad) se caracteriza por un cerebro mayor y el esqueleto facial más
grande y plano, eltorus está muy poco marcado, y la mandíbula y los
dientes son mayores que en Homo habilis. La segunda especie
(entre 2,4 y 1,8 millones de años) tiene un cerebro de menor tamaño, un
aparato masticador menos desarrollado, y una forma craneal más similar a los
humanos posteriores en el tiempo.
El cuerpo
de Homo habilis no era muy diferente al de los
autralopitecos. Sin embargo, ya había experimentado una expansión del cerebro
(entre 500 y 750 cc) y se le atribuye la elaboración de las primeras
industrias líticas de tipo Olduvayense o de Modo 1. Los primeros Homo son
las primeras especies que no están ligadas a un medio forestal y habrían
habitado paisajes con espacios más abiertos.
Homo
ergaster abarca
un rango cronológico entre 1,8 y 1,4 millones de años. Tiene capacidades
cerebrales entre 800 y 900 cc y sus cráneos son alargados, bajos y con la
base ancha. Los torus supraorbitarios están muy marcados, son menos prognatos y sus huesos nasales están proyectados
fuera del resto de la cara. El esqueleto más completo de esta especie es el
"niño del Turkana" o WT 15000, que pertenece a un individuo de unos
10-11 años de edad y tiene un tamaño y estructural corporal similar al de la
humanidad actual. A esta especie se le atribuye la "invención" del
Achelense o Modo 2.
El tamaño
del cerebro es la característica más notable del género Homo. La mayor parte de miembros del
género Homo tiene tamaños cerebrales superiores a los 600
cc, considerablemente mayores que los grandes antropoides, los de Australopithecus y
los de Paranthropus.
El grado
de encefalización se calcula en términos relativos
respecto al tamaño corporal. Pero la relación entre el tamaño del cuerpo y el
del cerebro crece de forma alométrica, es decir que las proporciones entre
los órganos cambian al aumentar el tamaño corporal. Para comparar el encéfalo
de especies de tamaños diferentes calculamos el peso encefálico que debería
tener según su peso corporal y comparamos ese valor con su peso encefálico
real. El índice entre valor esperado y el valor real se conoce como índice de
encefalización. Los humanos tenemos un encéfalo 2,9 veces superior al tamaño
de encéfalo esperado para un primate haplorrino que tuviera nuestro peso
corporal. En los primeros Homo se produce un aumento en el índice de
encefalización y aparece una estructura cerebral similar a la de la humanidad
actual: presentan asimetrías entre los hemisferios cerebrales y el lóbulo
frontal se hace más complejo y de mayor tamaño.
La
capacidad cerebral de los primeros Homo es mayor que en los australopitecinos y sus
arcadas dentarias se encuentran situadas debajo de la cara al reducirse el prognatismo de los primeros Australopithecus.
Y, aunque los dientes de los primeros humanos están cubiertos por una gruesa
capa de esmalte, tienen una mandíbula y unos dientes de menor
tamaño, especialmente los premolares y molares. Calculando el índice de
megadoncia, los dientes de Homo habilis son
proporcionalmente más pequeños que los de Australopithecus yParanthropus,
y todavía son menores en Homo ergaster.
Es
necesario un cambio en el tipo de alimentación para conseguir la energía que
requiere un mayor tamaño del cerebro, unido a la reducción del tubo digestivo
y del aparato masticador. Para ello se incorporan a la dieta alimentos de
fácil asimilación y gran poder calorífico, como son las grasas y proteínas
animales.
El ritmo
de desarrollo de los primeros Homo es más lento y la
erupción dental se retrasa respecto al chimpancé y a los primeros homínidos, proporcionando un largo periodo de aprendizaje
donde se adquirieren las capacidades cognitivas de los humanos.
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Desarrollo
del Tema
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Introducción
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Los
primeros estadios de evolución de nuestro género siguen en estado de confusión. No tenemos
claro el papel de Australopithecus africanus, y todavía no conocemos
cual es el papel de Australopithecus garhi. Además, las primeras especies de Homo aparecen en un corto espacio de tiempo, algunas
de ellas son contemporáneas, y los antepasados y sus posibles descendientes
están separados por un lapso temporal muy pequeño.
Tampoco es
fácil identificar cuales son las características que definen al
género Homo. En primer lugar, porque mucho de lo que distingue a los
humanos son características de su comportamiento que no dejan evidencia
fósil. En la mayoría de las ocasiones podemos recurrir a pruebas indirectas
para saber si los primeros humanos tenían o no un lenguaje, cual era su
comportamiento social, su dieta o su forma de captar alimentos...
La
definición del género Homo ha estado siempre sujeta a la polémica,
ya que consciente o inconscientemente, conlleva la definición de lo que
consideramos "ser humano". Existe toda una serie de características
que se encuentra en el género Homo: forma de locomoción, morfología
dental, caracteres de la cara y el cráneo, etc. Pero lo que siempre se
destaca de manera significativa en todas las definiciones es el mayor tamaño
relativo del cerebro que presenta nuestro género frente a otras especies.
El
género Homo se caracteriza por tener un tamaño de cerebro
relativamente grande, y por lo tanto con mayores capacidades cognitivas y una
mayor inteligencia. Otra de las características que se incluyen en la
diagnosis de los humanos es el menor tamaño de la mandíbula y de los dientes.
Aunque el esmalte dentario sigue siendo grueso, el tamaño de
los dientes de Homo se reduce, especialmente los premolares y
molares. También la erupción dental se retrasa respecto al chimpancé y a los
primeros homínidos y el ritmo de desarrollo es más lento.
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3.1
Definición del género Homo
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El
promedio del cerebro de la humanidad actual está en torno a los 1250-1350
cc de capacidad, aunque con un amplio rango de valores desde los 1000
cc hasta los 2000 cc. Pero en la evolución humana )cuál es el tamaño mínimo
de un cerebro para considerarlo humano?. Antes de 1964, la opinión era que
ese "Rubicón cerebral" oscilaba entre 700 cc y 800 cc. A
finales de los años 40 el antropólogo británico sir Arthur Keith propuso la
cifra de 750 cc, una cifra a medio camino entre los tamaños de cerebro de los
grandes antropoideosy los cerebros humanos. Esta propuesta fue
aceptada de forma mayoritaria. Pero en 1964, Louis Leakey, Phillip Tobias y
John Napier anunciaron el descubrimiento de una nueva especie de Homo,
el Homo habilis, y propusieron un nuevo rubicón cerebral de tan sólo 600
cc. Estos autores presentaron varios fósiles de esta nueva especie
procedentes de la garganta de Olduvai con una antigüedad de alrededor de 1,8
millones de años, y entre ellos un cráneo fósil con una capacidad de tan solo
680 cc, una cifra inferior a la propuesta por Keith. La nueva
especie, Homo habilis, era el miembro más antiguo de nuestro género y Leakey la consideraba antepasada directa
de Homo sapiens asumiendo que Homo erectusera una rama
lateral. La dentición posterior de Homo habilis, aunque grande, era más
estrecha que en otros homínidos.
Aunque Homo
habilis fue recibido inicialmente con muchas objeciones, dado el gran
parecido morfológico que presentaban con Australopithecus africanus, la
mayoría de los antropólogos aceptaron la nueva especie y consideraron una
línea evolutiva continua desde Homo habilis, pasando por Homo
erectus, a Homo sapiens. Esta visión lineal de la evolución humana
está siendo abandonada en la actualidad por modelos evolutivos de tipo
ramificado, donde se incluyen numerosas especies de Homo (H.
neanderthalensis, H. rudolfensis, H. ergaster, H. antecessor),
algunas de ellas extintas y otras que no son antepasadas directas de nuestraespecie, sino líneas evolutivas laterales.
Entre
estos primeros restos de la Garganta de Olduvai, atribuidas a Homo
habilis, se incluían los restos de una mano y un pie. Según John Napier este
humano ya tenía capacidad para fabricar y utilizar herramientas líticas,
además éstos fósiles se encontraron asociados a numerosos restos de industria
lítica de tipo Olduvayense. Algunos autores opinan que, dada la
estructura primitiva de algunas partes del esqueleto de Homo
habilis, esta especie mantenía la capacidad de trepar a los árboles.
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3.2 El
registro fósil de los primeros humanos
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Existe una
serie de fósiles muy fragmentarios de entre hace 2,5 y 2 millones de años que
han sido atribuidos al género Homo: el temporal de Chemeron (BCI), la mandíbula de
Malawi (UR 501), dientes aislados del valle del río Omo. Sin embargo, en
todos estos casos la asignación taxonómica o su cronología no está clara.
Los
fósiles más antiguos, que pueden ser atribuidos con toda seguridad a nuestro
género, proceden de Hadar (Etiopía). En esta región, el equipo de D. Johanson
encontró un maxilar muy completo (A.L. 666-1) que tiene una antigüedad de
alrededor de 2.4 millones de años. Aproximadamente, de la misma época, son
las industrias líticas más antiguas reconocidas. De hecho, el maxilar de
Hadar es el fósil más antiguo asociado con una veintena de utensilios de
piedra. Este hecho refuerza la idea de que Homo es el autor de las
primeras industrias.
A este
respecto, recientemente T. White ha publicado una nueva especie de homínido Australopithecus
garhi asociada con huesos fracturados intencionalmente y que presentan
marcas de corte en su superficie. Sin embargo, junto a los fósiles de
homínido no se ha hallado ningún utensilio lítico y la asociación con los huesos puede
ser casual y los huesos ser producto de las actividades de otra especie de
homínido.
Los
fósiles de Homo con menos de 2 millones de años de antigüedad son
mucho más abundantes, y hasta hace poco se atribuían a dos especies: Homo habilis los más antiguos y Homo
erectus los más recientes. Actualmente, y según el estudio de Bermond
Wood, pueden distinguir tres especies entre los fósiles humanos más antiguos
de África: Homo habilis, Homo rudolfensis y Homo
ergaster. Las dos primeras especies se reparten los fósiles que antes se
consideraban de Homo habilis, y todos los fósiles africanos antes
atribuidos a Homo erectus (excepto el cráneo OH 9) son ahora
asignados a Homo ergaster.Homo rudolfensis se distingue
de Homo habilis por tener un cerebro mayor en combinación con una
dentición de gran tamaño y en muchos aspectos similar a la
de Paranthropus. En cambio, Homo habilis tiene un cerebro
mayor que Australopithecus y Paranthropus, pero menor
que Homo rudolfensis, su aparato masticador es más pequeño y presenta un
toro supraorbital separado de la escama frontal por un leve surco.
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3.2.1 Homo
habilis/Homo rudolfensis
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Todos los
fósiles atribuidos a Homo rudolfensis proceden de las orillas del
lago Turkana y tienen un rango cronológico entre 1,9 y 1,6 millones de años.
En el año 1972, Richard Leakey encontró en el margen oriental del lago
Turkana el cráneo más completo asignado aHomo rudolfensis, que se denomina
KNM-ER 1470 y que tíene una antigüedad de 1,9 millones años. Para algunos
este cráneo pertenece a la especie Homo habilis, pero para otros las
diferencias de tamaño y de forma indican que pertenece a Homo
rudolfensis. Sin embargo, si el dimorfismo sexual de los
primeros Homo fuera similar al de los australopitecos y parántropos las diferencias que
presentan Homo rudolfensis y Homo habilispodrían deberse a las
diferencias entre los dos sexos. Pero las diferencias entre KNM-ER 1470 y los
demás de Homo habilis no residen tan sólo en el tamaño, sino
también en la forma. Las características craneales de Homo
rudolfensis son: mayor cerebro y esqueleto facial más grande ancho y
plano, el torus está muy poco marcado, y la mandíbula y los
dientes son mayores que en Homo habilis.



Figura
5.1.1 Comparación entre Homo rudolfensis (KNM-ER 1470) y Homo
habilis (KNM-ER 1813).
Como hemos
visto anteriormente, la especie Homo habilis fue propuesta en 1964 a
partir de restos procedentes de la Garganta de Olduvai (Tanzania). Con
posterioridad, más fósiles de Olduvai han ampliado el registro de esta
especie abarcando un rango cronológico entre hace 1,8 y 1,6 millones de años.
Entre ellos, los cráneos más completos son OH 24 y OH 13.
Figura
5.1.2 Cráneo de Homo habilis OH 24 procedente de la garganta de
Olduvai (Tanzania).
La forma
corporal de Homo habilis la conocemos gracias al esqueleto parcial
OH 62 hallado por D. Johanson y T. White en 1986, en Olduvai. Los más de 300
fragmentos pertenecían a una hembra adulta de tan solo un metro de estatura y
tienen 1,8 millones de años de antigüedad. La dentición y el paladar de este
individuo permite atribuirlo al género Homo. El tamaño corporal de este
esqueleto nos hace pensar que los primeros representantes de nuestro género
tenían un dimorfismo sexual similar al que
presentaba Australopithecus afarensis. Además, el esqueleto postcraneal
de este fósil muestra características muy primitivas. Se puede estimar la
longitud total de sus miembros a partir de los fragmentos dediáfisis. La relación entre la longitud de brazos y
piernas en OH 62 es primitiva (el húmero es el 95% la longitud del fémur), es
decir, sus brazos son relativamente largos, una proporción más parecida a la
de los chimpancés que la que presenta el mismo Australopithecus
afarensis (85%).
De las
orillas del lago Turkana (Kooki Fora, Kenya) procede el cráneo KNM-ER
1813 y el esqueleto parcial KNM-ER 3735, muy similares a los fósiles de
Olduvai. También se han encontrado restos de Homo, muy probablemente de la especie Homo habilis, en el yacimiento sudáfricano
de Sterkfontein con una antigüedad de 1,8 millones de años (STW 53). En
general, los cráneos de Homo habilis presentan un mayor tamaño del
cráneo pero un esqueleto que conserva su forma primitiva.
Figura
5.1.3 Cráneo de Homo habilis KNM-ER 1813 procedentes de la
orilla oriental del lago Turkana (Kenia).
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3.2.2 Homo
ergaster
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Entre hace
1,8 millones de años y 1,4 millones de años aparecen fósiles en África
pertenecientes a una nueva especie de Homo: Homo ergaster. Muchos autores consideran que
los fósiles atribuidos a esta especie deben ser incluidos en la
especie Homo erectus. Pero en la actualidad se prefiere reservar el
término Homo erectus exclusivamente para designar a los fósiles que
desde el Pleistoceno inferior evolucionaron de forma local en
Asia hasta su desaparición en el Pleistoceno superior. Homo
ergaster presenta un claro aumento en el tamaño del cerebro y el tamaño
y la estructura corporal con muy similares a los de la humanidad actual.
Los
fósiles más antiguos de Homo ergaster proceden de yacimientos
situados en la orilla este del lago Turkana (Kenia). El cráneo KNM-ER 3733
fue descubierto en 1975 en la región de Koobi Fora, está datado entre 1,5
(toba Okote) y 1,82 millones de años (toba KBS) y tiene una capacidad
cerebral de 850 cc. El segundo cráneo más completo de esta especie es el
KNM-ER 3883, procedente de la zona de Ileret, tiene una capacidad cerebral de
unos 800 cc y tiene alrededor de 1,6 millones años. También se han encontrado
restos mandibulares, dentales y un cráneo parcial (SK 847) de Homo
ergaster en el yacimiento sudáfricano de Swartkrans.
Figura
5.1.4 Los dos cráneos más completos de Homo ergaster KNM-ER 3883 (izquierda) y KNM-ER 3733
(derecha)procedentes de la orilla oriental del lago Turkana (Kenia).
Estos
cráneos muestran un aumento del tamaño del cerebro, son bajos y con la base
del cráneo ancho; presentan un torus supraorbitario bien desarrollado e
independizado del resto del hueso frontal por un surco bien marcado; los
huesos nasales sobresalen del resto de la cara; el esqueleto facial es
menos prognato; y los molares son relativamente más pequeños.
Figura
5.1.5 El cráneo más completo de Homo ergaster KNM-ER 3733, procede de la orilla
oriental del lago Turkana (Kenia). Tiene una capacidad cerebral de 850 cc.
El fósil
más completo de Homo ergaster es el esqueleto WT 15000, hallado en
1984 por el equipo de Richard Leakey al oeste del lago Turkana, en el yacimiento
Nariokotome III (Kenia). Las formaciones volcánicas próximas al lugar del
descubrimiento permiten datar este fósil en cerca de 1,5 millones de años.
Pertenece a un adolescente de unos 11-12 años y la morfología de la pelvis
permite asignarlo al sexo masculino, por lo que se le conoce familiarmente
como el "niño del Turkana". Este esqueleto conserva casi todas las
partes del esqueleto, a excepción de los huesos de las manos y de los pies.
La estatura estimada al morir de este individuo era de unos 160 cm y se
calcula que podría haber alcanzado una estatura de unos 180 cm cuando llegase
a adulto, aunque debido a una patología en sus vértebras quizás no hubiese
alcanzado esa estatura. Por primera vez en la evolución humana nos
encontramos con un tamaño corporal similar al de la humanidad actual. Este
esqueleto también tiene una estructura corporal muy parecida a la nuestra. La
proporción entre la longitud del húmero y el fémur es muy similar a la que
tienen los humanos actuales (74%), y contrasta con la hallada para el fósil
de Homo habilis, OH 62 (95%).
Figura
5.1.6 El esqueleto WT 15000 es el fósil más completo de los primeroshomínidos. Pertenece a laespecie Homo ergaster y fue hallado en 1984 en la
orilla occidental del lago Turkana (Kenia) y tiene una antigüedad de 1,6
millones de años. Corresponde a un individuo masculino de 10-11 años de
edad.
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Homo
ergaster tiene una estructura y un tamaño corporal muy parecido al de
los humanos posteriores en el tiempo. Posee un gran cerebro y asociado a él
aparece en el registro fósil una nueva forma más compleja de fabricar los
utensilios de piedra, el Achelense o Modo 2. Los primeros bifaces, que
caracterizan este Modo técnico, aparecen en el registro fósil hace 1,4
millones de años de antigüedad y proceden del yacimiento de Konso (Etiopía)
donde aparecen junto a una mandíbula de Homo ergaster.
En 1961
apareció en la Garganta de Olduvai el cráneo OH 9 en la parte superior del
lecho II. Este cráneo tiene una antigüedad de 1,2 millones de años, se le
estima un capacidad craneal en torno a los 1000 cc y su morfología parece
intermedia entre los Homo ergasterafricanos y los Homo
erectus asiáticos. Todavía no está claro cual es el lugar que este fósil
ocupa en la evolución humana , porque los fósiles más antiguos de Asia
parecen superar esa edad.
En el año
1998 se ha publicado el hallazgo de un cráneo muy completo, procedente de la
depresión de Danakil en Eritrea, que parece pertenecer a la especie Homo ergaster y que tiene una
antigüedad de 1 millón de años. Esto extendería el rango cronológico de esta
especie hasta esa fecha tan reciente, no obstante la datación de este fósil
es todavía incierta.
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3.3 El desarrollo
del cerebro
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Uno de los
mayores problemas en el estudio de los primeros homínidos y primeros Homo es valorar el grado de desarrollo del cerebro y
su tamaño, ya que guarda relación con las capacidades cognitivas y la
inteligencia de nuestro género. Dos son los aspectos a analizar en el desarrollo
del cerebro:
- Cuantificar
el aumento de tamaño del encéfalo a lo largo de la evolución de loshomínidos, es decir el proceso de encefalización.
- El
análisis de los cambios en la estructura y la morfología del cerebro.
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El tamaño
absoluto del encéfalo no es una buena medida de la inteligencia, ya que su
volumen depende del tamaño del cuerpo. Los humanos tenemos un peso del
cerebro en torno a los 1250-1350 gramos. Pero no somos los mamíferos con el
mayor encéfalo, nos superan los grandes mamíferos como elefante africano
(alrededor de 5.600 g de encéfalo) o las ballenas (6.800 g). El encéfalo
cumple otras misiones, como la coordinación del funcionamiento resto del
cuerpo, y por lo tanto debe ser grande en especies de gran tamaño corporal.
Para
corregir este fenómeno y conocer el tamaño relativo del encéfalo, podemos
elaborar un índice entre el tamaño del cuerpo y el encéfalo. Sin embargo, el
resultado de este índice nos da resultados mayores para los mamíferos más
pequeños, como los ratones o musarañas. Esto sucede porque el tamaño del
cuerpo y el del cerebro crecen de forma alométrica, es decir que las
proporciones entre los órganos cambian al aumentar el tamaño corporal. Así,
en los mamíferos el tamaño del encéfalo crece más despacio que el tamaño del
cuerpo, y el encéfalo se va haciendo proporcionalmente menor al aumentar el
tamaño del cuerpo.
El único
método para comparar el encéfalo de especies de tamaños diferentes es la de calcular el
peso encefálico que debería tener según su peso corporal (valor esperado) y
comparar dicho peso con su peso encefálico real (valor encontrado). El índice
entre valor esperado y el valor real se conoce como índice de encefalización. Si el índice es igual a 1, esa especie
tiene el tamaño de encéfalo que le corresponde a su tamaño corporal. Si el
valor es superior a 1 los encéfalos son mayores de lo esperado. El punto
crucial en la elaboración de estos índices de encefalización es la elección
del grupo con el que se hayan los valores esperados.
La
relación existente entre el peso del encéfalo y el peso corporal, en los
mamíferos, puede resumirse en la siguiente función:
Peso
encefálico = 0'12 x (Peso corporal)0'667
Pero
cuando se quieren comparar especies de mamíferos que están muy próximas entre
sí, como es el caso de los antropomorfos y los homínidos, es preferible calcular el peso encefálico
esperado referido al grupo al que pertenece la especie problema. Robert Martin ha propuesto para
los primates haplorrinos (grupo al que pertenecen tanto los antropomorfos
como los homínidos) una variación en la fórmula usando el
exponente 0'75.
De esta
forma los humanos tienen un tamaño del encéfalo superior a 7 veces la de un
mamífero de su tamaño, pero respecto a los primates haplorrinos es sólo unas
3,2 veces superior.
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3.3.2 La
encefalización de los primeros humanos
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El tamaño
del encéfalo puede ser calculado en los fósiles midiendo el espacio que aloja
la cavidad craneal y que contiene tres órganos: el cerebro, el cerebelo y el
bulbo raquídeo. Esta capacidad craneal es casi equivalente al peso del
encéfalo (a una capacidad de 1000 cc le corresponde un peso de 971 g).
La
estimación del peso corporal en las especies fósiles es más problemática porque no
existe ninguna medida esquelética que lo refleje directamente. Debemos
estimar el peso a partir de las medidas de algunas partes del esqueleto que
estén correlacionadas con él, como son el tamaño de las articulaciones
o epífisis por donde se trasmite gran parte del peso
del cuerpo (las articulaciones de fémures y tibias, o las vértebras lumbares
y sacras en el caso de los bípedos). Utilizando los datos de pesos corporales y el
tamaño de las articulaciones en primates vivos podemos hallar la relación
matemática entre ellos. En el caso de los homínidos, dado que todos ellos tienen un tipo de
locomoción bípeda, la relación que existe en los humanos actuales es la más
apropiada para hallar el peso de los fósiles. Pero en el registro fósil son
muy escasos los esqueletos asociados a cráneos, donde se pueda calcular en un
mismo individuo el peso corporal y la capacidad craneal. El primero de ellos,
como hemos visto, es el esqueleto de un joven de Homo ergaster (KNM WT 15000) con 1,6 millones
de antigüedad. En muchos de los casos la asignación taxonómica es dudosa y no
estamos seguros de la especie a la que pertenecen algunos fósiles. Así, en
los primeros homínidos y primeros Homo tenemos que
recurrir a los pesos corporales y tamaños de encéfalo calculados sobre
diferentes individuos y utilizando diferentes partes del cuerpo. Los
promedios de pesos encefálicos y los índices de encefalización calculados
para las primeras especies de homínidos son:
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Peso
promedio del encéfalo
|
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Australopithecus
afarensis
|
426 g
|
1,23
|
Australopithecus
africanus
|
436 g
|
1,3
|
Paranthropus
robustus
|
523 g
|
1,54
|
Paranthropus
boisei
|
508 g
|
1,34
|
Homo
habilis / Homo
rudolfensis
|
619 g
|
1,67
|
Homo
ergaster
|
805 g
|
1,72
|
Podemos
observar que Australopithecus y Paranthropus tienen
una encefalización mayor que los chimpancés (1,2) pero
inferior a los primeros Homo. Entre Homo habilis y Homo
ergasterhubo un aumento importante en el tamaño absoluto del cerebro pero que
está compensado por el crecimiento del cuerpo, y resulta un valor de
encefalización similar. Es decir, el crecimiento del cerebro está vinculado a
los primeros representantes del género Homo, que tienen índices de encefalización un
50% mayores que los chimpancés y que representan casi dos tercios del valor
de la humanidad actual (3,1). En cambio, entre Homo habilis yHomo
ergaster el cambio más importante que se produjo fue el cambio del
tamaño y estructura del esqueleto.
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3.3.3 La
estructura del cerebro
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El cerebro
humano tiene una estructura distinta a la de otros primates y en la
superficie cerebral podemos localizar regiones que participan de forma
especializada en diferentes actividades físicas o cognitivas. Debido a la
especialización de las diferentes regiones del cerebro podemos observar
grandes diferencias morfológicas en la estructura del cerebro de los humanos
y los chimpancés.
En los
fósiles, la estructura del cerebro puede ser estudiada a través de las
impresiones que deja en las paredes internas del cráneo los surcos,
circumvoluciones, cisuras y venas meníngeas. En muchos casos stas impresiones
son muy tenues y limitan nuestro estudio únicamente a la superficie del
cerebro.
En
los Australopithecus y Paranthropus existe disparidad de
opiniones sobre el grado de reorganización cerebral que tienen respecto de
los antropomorfos. Sin embargo, todos los autores están de acuerdo en
que Homo habilis y Homo ergaster ya
tienen una morfología cerebral similar a la de humanos modernos y presentan
las siguientes características:
1)
Asimetría entre los hemisferios.
2)
Desarrollo y complejidad del lóbulo frontal.
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3.3.3.1 Asimetría entre los hemisferios.
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El cerebro
humano actual es muy asimétrico. La asimetría entre ambos hemisferios
cerebrales esta relacionada con la lateralización cerebral, es decir, la
especialización de cada una de las regiones cerebrales en distintas
funciones. En los cráneos de los primerosHomo ya puede observarse esta asimetría cerebral.
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3.3.3.2 Desarrollo del lóbulo frontal.
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El lóbulo
frontal es responsable de algunas capacidades cognitivas exclusivas de los
humanos o que en éstos están mucho más desarrolladas. Entre las funciones del
lóbulo frontal se encuentran la de establecer la secuencia de movimientos del
aparato fonador, el control de las emociones, la concentración, la
planificación y anticipación, el control de la memoria...
A lo largo
de la evolución humana, el lóbulo frontal ha crecido en tamaño absoluto y en
relación al resto del cerebro. Además, su superficie se ha hecho más compleja
aumentando el número de sulcos en su superficie.
Algunos
autores relacionan el aumento del tamaño cerebral de los primeros humanos con
las ventajas que les proporcionaría para desenvolverse socialmente dentro de
un grupo, porque el tamaño del neocórtex respecto al resto del encéfalo está
en función directa al tamaño del grupo social. También el mayor tamaño del cerebro
se relaciona con el desarrollo de las capacidades lingüísticas en los
primeros Homo, necesario para tener una mayor complejidad social.
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